Reflexión: La Virgen Santísima es la Madre que tienes en el Cielo. Te ama mucho y piensa mucho en ti. Si quieres ser bueno y santo, después de Jesús, amarás mucho a su Madre.
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¿Qué has de hacer? Tres cosas principalmete:
1) Rezar cada día las tres Avemarías.
2) Procurar que en tu casa se rece diariamente el santo Rosario.
3) En todas tus tentaciones acudir a la Virgen Santísima.
Propósito. Diré a menudo: Oh María, sálvame.
Fuente: Dios conmigo. Devocionario de niños y niñas por el P. Luis Ribera.
Editorial Regina S. A. - Barcelona (España).
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